En esta ocasión me gustaría que me acompañaseis al Antiguo Egipto. A la época de las pirámides, los faraones y las momias… pero no quiero hablaros de ninguno de estos aspectos, sino de la educación de los pequeños egipcios. El tema se va a dividir en dos publicaciones. En esta primera, me centraré en los aspectos generales de la educación en el país del Nilo hace 5000 años, y la semana que viene, en las mujeres.
La educación y la
alfabetización eran las claves que permitían a los egipcios acceder a los
mejores puestos y, por extensión, llegar a formar parte de la élite de la
sociedad. A lo largo de la historia antigua de la civilización egipcia,
aquellos que sabían leer y escribir y tenían conocimientos de aritmética eran
los únicos que podían desempeñar los puestos de mayor poder y prestigio en los
tres ámbitos de servicio: el civil, el militar y el religioso. Dada la
estructura de la sociedad egipcia, altamente segregada, con las mujeres
dedicadas casi exclusivamente al ámbito doméstico, esto sólo estaba al alcance
de los hombres.
En esta ocasión me gustaría que me acompañaseis al Antiguo Egipto. A la época de las pirámides, los faraones y las momias… pero no quiero hablaros de ninguno de estos aspectos, sino de la educación de los pequeños egipcios. El tema se va a dividir en dos publicaciones. En esta primera, me centraré en los aspectos generales de la educación en el país del Nilo hace 5000 años, y la semana que viene, en las mujeres.
La educación y la alfabetización eran las claves que permitían a los egipcios acceder a los mejores puestos y, por extensión, llegar a formar parte de la élite de la sociedad. A lo largo de la historia antigua de la civilización egipcia, aquellos que sabían leer y escribir y tenían conocimientos de aritmética eran los únicos que podían desempeñar los puestos de mayor poder y prestigio en los tres ámbitos de servicio: el civil, el militar y el religioso. Dada la estructura de la sociedad egipcia, altamente segregada, con las mujeres dedicadas casi exclusivamente al ámbito doméstico, esto sólo estaba al alcance de los hombres.
La educación y la alfabetización eran las claves que permitían a los egipcios acceder a los mejores puestos y, por extensión, llegar a formar parte de la élite de la sociedad. A lo largo de la historia antigua de la civilización egipcia, aquellos que sabían leer y escribir y tenían conocimientos de aritmética eran los únicos que podían desempeñar los puestos de mayor poder y prestigio en los tres ámbitos de servicio: el civil, el militar y el religioso. Dada la estructura de la sociedad egipcia, altamente segregada, con las mujeres dedicadas casi exclusivamente al ámbito doméstico, esto sólo estaba al alcance de los hombres.
Imagen 1:
Escuela de Escribas. A la derecha de la imagen podemos observar a los
jóvenes aprendices con sus útiles de escriba (tablilla, cálamo,
tintero). A la izquierda, los escribas ya adultos.
Los futuros escribas aprendían las
bases de la lectura y la escritura en casa o en las escuelas antes de pasar a
trabajar bajo la supervisión de un profesional experimentado, que a menudo era
un pariente varón cercano como el padre o uno de los tíos. En el Reino Antiguo
(2695 – 2160 a.C.), muchas de las familias con más recursos empleaban a tutores
para que diesen a sus hijos la educación
primaria, tradición que se mantuvo en el Reino Nuevo (1540 – 1070 a.C.). En el
Reino Medio (1991 – 1785 a.C.) aparecen las “Casas de Instrucción”, que eran
escuelas formales que dependían de un templo o de un palacio real (Imagen 1). En estas escuelas, grupos de
muchachos a partir de cinco años recibían una buena educación orientada a
formar a los futuros burócratas. Allí se enseñaba escritura, lectura y
aritmética, a través de la recitación y de las copias que se realizaban una y
otra vez de los mismos textos. Lectura y escritura se enseñaban a través de la
memorización constante y de la recitación y copiado de fórmulas, frases enteras
consideradas como un todo. El sistema egipcio de enseñanza era un sistema de
aprendizaje en bloque que explica por qué los textos están tan llenos de
fórmulas que dan la impresión de estar escritos por el mismo escriba.
El primer libro
que se estudiaba era el Kemit, que
reunía una serie de frases cortas que
datan del Reino Medio, modelos de cartas y enseñanzas dirigidas a los jóvenes
escribas, todas ellas distribuidas en columnas verticales. Cuando dominaban el Kemit, pasaban a estudiar otros textos
tradicionales más avanzados que el anterior y tras tres o cuatro años, una vez
que se consideraba que los alumnos leían y escribían con fluidez, se pasaba a estudiar
los textos literarios.
Imagen 2: Escriba trabajando. Neues Museum.
Berlín. Fotografía de la autora.
Otra de las composiciones usadas
para la instrucción de los escribas eran los Textos Sapienciales, género que apareció en el Reino Antiguo y fue
popular durante todo el período Dinástico. Los Textos Sapienciales eran conjuntos de consejos supuestamente
dictados por un sabio o maestro a su hijo o a su pupilo favorito. La obra más
célebre de este tipo son las Enseñazas de
Ptahhotep, que fueron calificadas por François Chabas como “el libro más
antiguo del mundo”. Esta obra está formada por una serie de consejos que
Ptahhotep, visir del rey Djedkare Isesi, de la V Dinastía (mediados del III
milenio a.C.) da a su nieto. En Deir el Medina[1]
se encontraron numerosos ostraca[2]
con fragmentos de las Máximas de Ptahhotep, pero conocemos el texto completo
gracias al Papiro Prisse que hoy en
día se encuentra en la Biblioteca Nacional francesa. Fue estudiada durante todo
el período faraónico pero las enseñanzas que recoge serían igual de válidas hoy
en día. Y para muestra, un botón:
Máxima 5: del arte de ser un jefe respetando
la regla
Si eres
un guía,
Encargado
de dar directrices a un gran número,
Busca,
para ti, toda ocasión de ser eficiente,
De suerte
que tu manera de gobernar carezca de falta.
Grande es
la Regla, duradera su eficacia.
Ella no
ha sido perturbada desde los tiempos de Osiris.
Se
castiga a quien transgrede las leyes
Incluso
si esta transgresión es hecha por uno de corazón rapaz.
La
inquinidad es capaz de apoderarse de la cantidad,
Pero
jamás el mar conducirá su empresa a buen puerto.
El que
actúa mal dice: adquiero para mí mismo.
No dice:
adquiero en beneficio de mi función.
Cuando
llega el fin, la Regla permanece.
Es lo que
dice un hombre justo: tal es el dominio de mi padre espiritual.
JACQ, Christian: Las Máximas de Ptahhotep.
Como hemos
visto, la educación egipcia se basaba sobre todo en los textos y en las
matemáticas. A diferencia de otras civilizaciones antiguas como la griega o la
romana, no se estudiaban otras materias como Historia o Filosofía. Que la
educación estuviese centrada en los textos es lógico si pensamos como los
egipcios, pues para ellos, los jeroglíficos eran las “palabras de los dioses” y
el que sabía leer y escribir podía comunicarse con las divinidades.
Para saber más
·
JACQ, Christian: Las Máximas de Ptahhotep. El libro de la sabiduría egipcia. Planeta
DeAgostini. Barcelona. 2001.
·
Artículo sobre la influencia de las Máximas de
Ptahhotep en la doctrina cristiana: http://www.nachoares.com/articulos/maximas-de-ptahhotep/
IR A LA SEGUNDA PARTE DEL ARTÍCULO
[1]
Barrio de artesanos, artistas y constructores del Reino Nuevo (1540 – 1070
a.C.)
[2]
Fragmentos de caliza usados para practicar la escritura.
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