Gnothi Seauton: Desmontando el "Blue Monday"

Ya es Blue Monday, o Lunes Triste para los hispanohablantes: el día más triste del año. ¿Qué? ¿Que todavía no habéis hecho acopio de pañuelos y helados de toda clase? ¡Insensatos e insensatas! Puede que ayer estuvieseis pasando felices la tarde de domingo, pero hay que estar preparado para afrontar el día más triste del año. Antes veamos en qué consiste eso del Blue Monday.

Imagen extraída de: http://noticias.iruya.com/a/sociedad/gente/12626-vencer-el-blue-monday-el-dia-mas-deprimente-del-ano.html

Según un estudio realizado en 2005 por Cliff Arnal de la Universidad de Cardiff, Reino Unido, el tercer lunes de enero —¡Qué casualidad, es hoy!— es el día más triste del año. El citado autor basó estas conclusiones en la siguiente ecuación:

[W+(D-d)] x TQ / M x NA

Los elementos que aparecen son el tiempo (W), la deuda (D), el salario (d), el tiempo que ha pasado desde que hemos fallado en nuestros propósitos de año nuevo (Q), el bajo nivel de motivación (M) y la necesidad de acción (NA). Puede que parezca que todo esto tiene algún sentido pero ¿cómo es posible cuantificar y relacionar esta mezcolanza tan heterogénea?

Para empezar, el tiempo influye en el estado anímico de las personas, claro que sí, y enero es una fecha malísima... ...si vives en la zona templada o fría del hemisferio norte. En las zonas tropicales y en todo el hemisferio sur están en pleno verano. Seguimos, ¿cómo medimos la deuda, el salario, la necesidad de acción o la motivación? La ciencia tiene pretensión de objetividad y de universalidad, lejos de las cuales se halla el objeto de estudio. No todos tenemos la motivación al mismo nivel, ni cobramos lo mismo. Las variables de la ecuación no son mesurables y son completamente arbitrarias. Por tanto, la fórmula es un completo sinsentido que no explica cómo el autor llega a la conclusión de que el día más triste sea éste y no otro (salvo por el hecho de que es un lunes... ¡malditos lunes!).

Imagen extraída de: http://matzav.com/blue-monday-the-most-depressing-day-of-the-year/

Hecha esta primera aproximación, vamos a seguir desentrañando los despropósitos del Blue Monday. Pongamos énfasis en la figura del autor: Cliff Arnal. Según Dean Burnett, Arnal no es profesor de psicología de la Universidad de Cardiff, sino que sólo impartió unas clases nocturnas relacionadas con la materia en la universidad para adultos. Además, de acuerdo con Carlos Zahumenzsky, la autoría del Blue Monday tampoco corresponde a Cliff Arnal. Entonces, ¿qué carajo hizo el bueno de Cliff? Según los dos autores citados, el supuesto responsable del estudio se limitó a firmarlo a cambio de dinero. El Blue Monday es una invención de la agencia de comunicación Porter Novelli para promocionar la agencia de viajes Sky Travel en un momento del año —enero— en el que la gente no suele viajar.

Otro aspecto a destacar es la banalización que se hace de la depresión en este estudio pseudocientífico. El Blue Monday degrada las depresiones reales asociándolas a un estado anímico bajo, de carácter pasajero y causado por motivos exclusivamente externos (aquellos a los que alude la fórmula). Por el contrario, la auténtica depresión se puede clasificar como una enfermedad que incapacita al paciente durante un periodo de tiempo prolongado —incluso crónico— y que es causada por factores externos e internos (la condición psicológica del paciente, por ejemplo).

Dean Barnett (The Guardian) se refiere con estas palabras al Lunes Triste:

Creo firmemente que la pseudociencia (como esta ecuación) disfrazada de investigación genuina en los medios es muy dañina para la imagen de la propia ciencia y la psicología. También es irrespetuosa para con los que sufren de depresión, ya que sugiere que se trata de una afección temporal, menor, y común en lugar de una condición crónica e incapacitante. [...] El Lunes triste es acientífico, pseudocientífico y superpseudocientífico. Es un galimatías sin sentido, una basura, una porquería y cualquier otra forma educada de decir ‘estupidez’ que se le ocurra.

(Zahumenezsky, 2016)

Por tanto, el triunfo y celebración de esta fecha no depende tanto de la genialidad del estudio que la respalda, como de la falta de espíritu crítico de la ciudadanía. Tendemos a aceptar sin más cualquier cosa que nos pongan delante sin cuestionarla (véase el Black Friday, qué manía estos anglosajones de ponerle colores a los días). Por otra parte, descubrir que un estudio con pretensión de ser científico esconde detrás una motivación extracientífica provoca, como ha señalado Burnett, el descrédito de la investigación en la opinión pública. Toda investigación, cualquiera que sea su objeto, debería ser independiente y obedecer únicamente al afán de conocimiento y progreso si quiere mantener la buena salud de la ciencia. Lamentablemente el que nos ocupa no es un caso aislado, pues han habido muchos y muy sonados en las últimas décadas. Sólo una cosa más, ¿es Blue Monday y te sientes alegre y feliz? No necesitas más pruebas. Feliz lunes a todos y a todas.